martes, 22 de marzo de 2016

Crónica 12 hs de San Pedro.



Si hay algo que me divierte es hacer analogías ante algún suceso puntual. Cuando mi amigo Edy se ofreció a ser mi asistente en San Pedro enseguida me vino a la mente la dupla que hicieron Frodo y Sam para ir a El Monte del Destino y arrojar el anillo allí. Pavadas que motivan, como quien diría.
El Sabado a las 16 hs y con una puntualidad nunca vista en Edgardo pasó a buscarme por casa y enfilamos a bordo de su Ranger hacia el campo de batalla.
Dos horas después y con clima lluvioso llegamos al Paseo Publico de San Pedro, lugar en el que iba a tener que estar 12 hs dándole vueltas a un circuito de 1 km.
Entre charlas con colegas ultras y el retiro de kit la llovizna le dio el lugar a un viento frío que iba a complicar a mas de uno,incluyéndome.
A las 21:15 hs largamos y durante las primeras 3 hs de competencia me sentía una gacela. Iba al ritmo que tenia planeado y hasta un poco mas rápido por momentos. Pero el viento frío, que cada vez molestaba mas, me dio las primeras piñas de la noche. Me llevó un buen rato encontrar con que ropa no sufrirlo. Primero me cambie la remera, después me puse una remera térmica y luego una campera rompeviento. Esa era la ultima noche completa de verano pero estaba vestido como si fuera invierno. De no creer.

Metaforizando un poco,y guiándome por experiencias propias y vivencias de otros, uno se topa con diferentes "bestias negras" en las ultramaratones: la de la Fatiga, la del Tedio, la de la Sed , la de la Inapetencia y la del Abandono. Con esta ultima nunca me había visto cara a cara hasta esta carrera. En un momento , producto del bajón de saber que no podía mantener el ritmo necesario para clasificar al Spartathlon quería mandar todo a la mierda. Llevaba si mal no recuerdo 35 km de recorrido. A partir de ahí y hasta el km 50 tuve una lucha interna tremenda con El Abandono que me decía al oido: "Andate a tu casa" "Ya fue". Y la muy guacha me lo decía de tal forma que hasta sonaba tentador. Pero cuando me vino a la mente los cambios que lleve a cabo para estar mas delgado, los entrenamientos con dolores de muela de por medio y otros problemas personales que no van al caso; apreté los dientes (por suerte no me jodió la muela en ese momento) y la mandé a la concha de su madre. 
Lo que tenia que hacer urgente era encontrar una estrategia que me hiciera sufrir menos la carrera y poder disfrutarla un poco.
Y lo que se me ocurrió fue transformar la ultramaraton en una pelea de boxeo: cada round paso a ser el equivalente a darle dos vueltas al circuito, luego iba y me sentaba 2 minutos a descansar. Deje de pensar en los ritmos de carrera. Lo único que me importaba era respetar ese libreto y terminar de pie la pelea.
Pero los problemas no terminaron ahí. De tomar me había llevado diferentes bebidas: jugo de naranja exprimido, Hydro Plus, agua y algo de Gatorade. La cagada me la mandé al tomar un poco de cada una en las pausas entre "rounds" . Me daba placer en ese momento combinar sabores pero se ve que a mi estomago no le gustó un carajo. Y eso dio lugar a tener que correr con nauseas y revuelto estomacal las ultimas cuatro horas de carrera.
Faltando 2 hs para terminar ya llevaba 82 km aprox pero ya sufría hasta caminando, parecía un walking dead. El cuerpo me pedía a gritos que pare así que no me quedó otra que hacerle caso y me tire a dormir una hora. Y lo bien que hice porque al despertar ya no sentía ni nauseas ni revuelto. Como el ave Fenix ,resurgí entre las cenizas y fui a por mas. Ahora sí podía trotar y la ultima hora y cuarto metí casi 12 km mas de recorrido. Cruce la meta totalizando 93,5 km, logrando el octavo lugar en la general y segundo puesto en mi categoría.

Siempre necesitamos agarrarnos de algo o alguien para no caer. Ya sea evocando con el pensamiento a esa persona en un momento determinado y teniendo la convicción de que esta sufriendo con vos aunque no este físicamente en ese momento. Y también ,cuando las cosas no se dan como esperas, buscas aferrarte de lo que sea, hasta de alguna frase trillada. Y la trillada que va como anillo de Frodo al dedo es la que dice "Lo bueno se hace desear". ¡Como te me haces rogar Grecia! 
Pero estoy seguro que la clave debe estar en una frase de Mario Benedetti " No te rindas que la vida es eso. Continuar tu viaje, perseguir tus sueños"



martes, 1 de marzo de 2016

El Señor de los Ultras. La batalla de San Pedro.

Bueno,comienza la cuenta regresiva para una nueva aventura. Esta vez regresando a la tierra donde empezó todo hace cuatro años con las ultramaratones: San Pedro. El 19 de Marzo largo a las 21 hs una carrera contra reloj para clasificar al Spartathlon. Tengo hasta las 7 am del día siguiente para llegar a los 100 km y ganarme "el ticket" para conquistar Grecia. Estoy mejor preparado que en otras ocasiones: mas afinado (me saque 9 kg de encima) y con mas volumen de kilómetros. En lo que va del año llevo corridos 660 km y la idea es llegar a 800 km cuando termine la preparación .Ademas,el sensei nicolense Arnoldo Papa va a ser mi asistente. Literalmente no hay día que no me visualice logrando la marca pero en los días previos a competir las sensaciones se acentúan. Todo se intensifica: el apetito, el deseo y ese afan inconmensurable de acercarme a Sparta.