Las pasiones humanas son un misterio. Los que se dejan llevar por ellas no pueden explicárselas, y los que no las han vivido no pueden comprenderlas.
Hay hombres que se juegan la vida para subir a una montaña. Nadie, ni siquiera ellos, puede explicar realmente por qué. Otros se arruinan para conquistar el corazón de una persona que no quiere saber nada de ellos.
Otros se destruyen a sí mismos por no saber resistir los placeres de la mesa... o de la botella.
Algunos pierden cuanto tienen para ganar en un juego de azar, o lo sacrifican todo a una idea fija que jamás podrá realizarse. Unos cuantos creen que sólo serán felices en algún lugar distinto, y recorren el mundo durante toda su vida. Y unos pocos no descansan hasta que consiguen ser poderosos.En resumen: hay tantas pasiones distintas como hombres distintos hay.
Mi pasión , por supuesto, es correr. Se podría decir que hasta siento reverencia hacia esta actividad.El correr logra elevarme por encima del caos que es la vida cotidiana. Elegí un camino que aunque no me aporte ningún beneficio económico lo transito con dedicación ,tenacidad y compromiso. Todo esto lo noto cuando hablo con otro corredor sobre entrenamientos ,anécdotas de carreras o de la alimentación. Es algo que podría definir con una sola palabra: devoción.
Correr importa.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario